Desde antiguo se han empleado campanas en una gran variedad de rituales mágicos, ceremonias religiosas, cultos, invocaciones, etc.
En nuestra cultura europea, la campana es un elemento tan común que ha llegado a pasar prácticamente desapercibida; pero si nos fijamos un poco, nos daremos cuenta de que forman parte de nuestro paisaje y no solamente en los pueblos, sino que también en nuestras ciudades.
Nosotros conocemos su uso en las iglesias a la hora de llamar a misa, o marcando las horas del reloj. Pero tiene mucho más significado y creo que es conveniente que lo conozcamos para entender su verdadero valor ya que las campanas cumplen indudablemente una gran función dentro de lo que denominamos Magia Angélica.
Las campanas poseen la propiedad de atraer a los ángeles, y otras energías positivas, al lugar desde donde se hace sonar. Su resonancia, vibración y sonido metálico es lo que atrae precisamente a esas energías, y lo que explica la extensión de su uso en tantas y variadas religiones en todo el mundo.
En algunas tradiciones, la campana también suele estar presente en los altares y rituales como representación del Elemento Aire y en apoyo al incienso. Es por ello por lo que la campana adquiere sus dones y la capacidad de conectar con los mundos superiores; ya que es a través del aire que circulan nuestras peticiones.
Dentro de las culturas orientales, se cree que la vibración de las campanas atrae a las buenas energías e influencias para que nos traigan fortuna y limpien nuestro chi (energía vital).
También se suelen utilizar para limpiar los lugares de energías negativas ya que rompen el estancamiento de energía en el lugar.
Sacado de El libro secreto del mago angélico.
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